miércoles, 8 de julio de 2009

Me veras en un rincon, agobiado por la oscuridad

Me veras en un rincon, agobiado por la oscuridad

Entonces tu vendras a mi,
me preguntaras dulcemente
que me sucede,
una, dos; cinco veces,
y veras a un niño
levantar su rostro
lentamente, luego,
a un adolecente balbucear
palabras que no diran mucho,
seguido por un adulto
que se sentara junto a ti,
para conversar de sus pesares,
y al final
volvere en mi,
para Amar, y darte las
Gracias

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