Yo soy
El que te mira y te agradece a vos (8)
Evocación. Sueño. Ego,
La mañana en la cual desperté soñando, donde acepte a leer ese papelito que me entregaste y que durante todo el sueño, no quise leer, me enseño a no luchar contra el ego, me enseño a comprender y no temer. Es necesario.
8° vez que escucho la misma canción con la cual me desperté esta mañana, intentando purgar viejos apéndices de fantasías viejas voces de no se donde, de no se quien, un sentimiento trasmitido, que esos tiempos no comprendía.
Vos sos el odio con el amor
La confidencia que me acusó
Sos mi sangre ya entendí,
Que no sos igual a mí... (8)
La confidencia que me acusó
Sos mi sangre ya entendí,
Que no sos igual a mí... (8)
De pronto la estrofa me recuerda dos épocas completamente lejanas que se entre mezclan, cuando la vez primera, instancia en que conocí estas letras, y estos sentimientos fueron absorbidos. Vez segunda cuando estos sentimientos, acaso fueron propios.
Dos personas lejanas, quizás similares. Si, similares, incomprendidas para mi. Por ello.
Que sucedió.